Museo Histórico Agrícola

Es una parte integral del Centro de Conservación Santa Ana, dedicado a preservar, investigar y difundir el patrimonio cultural santaneco, a través de la puesta en valor del patrimonio material e inmaterial presente en el Centro de Conservación.

Este patrimonio se manifiesta de múltiples en edificaciones históricas, artefactos antiguos diversos, fotografías, noticias y otras fuentes históricas. Inclusive, es posible rastrearlo en las historias, leyendas y tradiciones de la comunidad, es decir, en el legado cultural inmaterial o intangible, como a veces se le llama.

¿Y porque está presente este gran legado histórico en el Centro de Conservación Santa Ana? Esto se debe a que este fue anteriormente una finca, en la cual se trabajaron muchísimos cultivos, desde hace tanto como el siglo dieciocho.

Las formas de trabajo y la vida cotidiana de las personas que habitaron y trabajaron la tierra en este lugar a lo largo de los años, fueron dejando huella en muchos sitios de la finca y llenan de historias a Santa Ana.

Hoy en día, es posible encontrar antiguos patios de beneficio para el café, caños para el transporte del grano y hasta árboles que sirvieron de sombra a los cafetales que produjeron granos exportados a Europa en la época de bonanza del café en Costa Rica; también se mantiene en pie una casona, en la cual transcurrió el día a día de muchas personas desde alrededor del año 1765, en que fue edificada; junto a todo este patrimonio, las labores de finca emplearon mucha maquinaria que data del siglo diecinueve y la primera mitad del siglo veinte y que dichosamente sobrevive hasta nuestros días.

El Ingenio de la familia Ross

En 1869 don Robert Ross Lang, un inmigrante de procedencia inglesa, adquirió la propiedad que incluye lo que actualmente es el Centro de Conservación Santa Ana.

Don Robert aprovechó un trapiche ya existente en la finca para procesar la caña de azúcar y producir miel, la cual era vendida a la Fábrica Nacional de Licores. La propiedad se convirtió en la Hacienda Ross.

En 1907 murió don Robert, y su hijo Alejandro Ross Davidson se encargó de la Hacienda. El nuevo dueño sembró arroz, café y caña de azúcar, y unió el beneficio con el trapiche, el cual después se convirtió en un pequeño ingenio. En 1918 don Alex fue uno de los mayores productores de azúcar del país, y luego llegó a exportar café de la cosecha 1932-1933. En 1954 sacó su última tarea de dulce y al año siguiente murió, dejando repartida la Hacienda entre sus tres hijos.

Uno de ellos, don Lorne Ross Ashley, se quedó con una parte de la finca la cual fue conocida después como Finca Lornessa. Don Lorne y su esposa continuaron con la vocación agrícola, por lo que mantenían ganado, producían huevos, cultivaban parcelas de maíz, frijoles, hortalizas y árboles frutales.

En 1976, la Finca Lornessa fue dividida en varias partes, unas de ellas fueron compradas por el Estado, y otra fue donada por los esposos Ross con el fin de conservar el patrimonio natural y cultural del lugar. El deseo de la pareja por conservar y divulgar este patrimonio está siendo cumplido gracias a las acciones de la Fundación pro Zoológicos, ente administrador del lugar.

Actualmente, todo el invaluable acervo histórico que esta familia legó al cantón de Santa Ana y al pueblo de Costa Rica, se da a conocer a través del Museo Histórico Agrícola, ubicado en este Centro de Conservación.

El trapiche

Uno de los lugares más llamativos dentro del Museo es el Trapiche, que la Familia Ross aprovechó para procesar la caña de azúcar. El procesamiento de la caña consistía en tres operaciones: la extracción del jugo, la purificación y concentración del mismo. La caña, desprovista de hojas y despuntada, era llevada al Ingenio en carretas y conducida hacia el trapiche, cuyo objetivo era triturar la caña y extraer el jugo.

Este trapiche contaba con una pequeña planta de vapor que accionaba el molino extractor del jugo, y posteriormente la maquinaria del Ingenio. La planta consistía de dos calderas y una máquina de vapor.

A partir del siglo XX, los dueños de la hacienda comenzaron a producir azúcar, para lo cual importaron y ensamblaron la maquinaria necesaria para llevar a cabo este proceso. Empezó a trabajar el Ingenio de la Hacienda Ross, con energía proveniente del vapor de agua.

El circuito histórico del Museo

Pero no solamente el trapiche es el centro de atención para los visitantes al Museo Histórico Agrícola de Santa Ana. En un recorrido que se extiende por diversos lugares de la antigua finca la Lornessa, es posible caminar entre el bosque, disfrutar de la naturaleza en regeneración del Centro de Conservación y conocer los siguientes sitios de interés histórico:

La Casona:

Edificio histórico de aproximadamente 250 años de antigüedad, compuesta de un salón principal, un dormitorio, un área de alacenas y pilas, una cocina y una capilla que funcionó como primera iglesia de Santa Ana en 1850. Esta casa está declarada Patrimonio Histórico Nacional.

Sala de exhibición de maquinaría agrícola:

En esta se muestra una colección de maquinaria destinada a la clasificación y descascarado del café, una pequeña colección de poleas y elementos de arados y rastras, así como información ilustrativa de la historia de la agricultura en el Valle Central.

El Beneficio de Café:

Ubicado dentro del mismo galerón que el trapiche, comprende las pilas de recibo de café y fermentación, alguna maquinaria para despulpar los granos, y un sistema de producción de energía hidráulica que a través de la fuerza de las aguas del río Uruca hacía funcionar otra maquinaria del mismo beneficio.

Los Patios de Beneficio:

Muestran el típico sistema de beneficiado llamado de “correteo”, y constan de los caños por donde era conducido el café hacia los patios donde era extendido para su secado.

Ranchos de Exhibición:

Estos 5 ranchos albergan maquinaria agrícola pesada que se utilizaba en labores de la finca.

Las Parcelas: Estas son ocho microparcelas en las cuales se mantienen diferentes cultivos representativos de la producción agrícola que se daba en la hacienda. En estas parcelas se mantienen en diferentes épocas del año, sembradíos de frijol, maíz, yuca, café, caña de azúcar, culantro, rábano y zanahoria.